EL AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA
KUMOGAKURE
-Ciervo, oye- el suave zarandeo con el que Naruto trataba de
despertar a Shikamaru no hizo más que empeorar las cosas ya que llevaba más de
cinco minutos haciéndolo y el Nara no hacía más que roncar más fuerte, así que
se resignó a usar su último recurso - ¡Ciervo, despierta de una maldita vez,
ttebayo!
El Nara medio abrió sus parpados, a sus ojos les
costaban gran esfuerzo resistir a la
intensidad de la luz que había en la cafetería, y tras unos minutos pudo
discernir al responsable de arrebatarle su placido sueño.
-Zorro- dijo muy calmado- se puede saber por qué interrumpes
mi majestuoso sueño de ser una nube, es muy temprano, como tu comandante te
ordeno regresar al saco de dormir- habiendo terminado de hablar se re-acurruco.
Neji entro a la cafetería muy tranquilo, subió al ático
donde guardaron sus maletas y se dispuso a dar marcha rumbo al camión cuando la
escena de Naruto y Shikamaru llamo su atención, al ver el fútil esfuerzo de su rubio amigo decidió ayudar de una
manera un tanto creativa, saco de su maleta una coraza de granada vacía, le
quito el seguro y la arrojo en dirección al torso del Nara, quien al sentir el
impacto del objeto contra su pecho no hizo más que intentar quitárselo de
encima hasta que su tacto reconoció el objeto, se precipito a levantarse,
arrojar el objeto por la ventana, tirando su cenicero de paso, y se arrojó lo
más lejos posible de esta.
-Tranquilo Zorro, está vacía, no detonara- las palabras
pronunciadas por el Hyuga mientras salía del establecimiento calmaron al rubio
pero alteraron los nervios del Nara.
-¡¿Qué mierda te pasa?!- grito Shikamaru- ¡¿qué carajos tengo que hacer para
que entiendan lo temprano que es?!- Shikamaru prácticamente se teletransporto
hasta donde estaba Neji- Jameito, porque haces eso, sabes el maldito susto que
me diste.
Neji hacia todo lo posible para sostener la risa- Claro que
lo sé, estoy salvando nuestro viaje hacia Kumogakure de tu enorme vagancia.
-¡¿De qué carajos hablas?!- la paciencia del Nara estaba por
fin en su punto limite, le molestaba a escalas cósmicas que lo despertaran
horas antes de lo acordado.
-Hablan de que son las ocho de la mañana, tú eres el único
de todo el escuadrón en no estar listo, Akane ya sirvió el desayuno y el jefe
de la aldea ya viene para despedirnos- interrumpió Choji, que junto a Sasuke y
Sai descendían del camión.
-Ah, ¿no son las seis de la mañana?- en ese preciso instante
Shikamaru cayó en cuenta que todos ya habían embalado todo su equipaje y del
delicioso olor del improvisado desayuno que la pelirroja pudo preparar-
¡Demonios!- fue lo único que escucharon salir de su boca antes de que saliera
corriendo a prepararse.
Disfrutaban de su delicioso desayuno, el cual le costó mucho
esfuerzo a Akane preparar ya que junto con uno de sus empleados tuvo que salir
corriendo al pueblo para buscar algunos ingredientes en las tiendas que apenas
comenzaban a llenar sus estantes de nueva cuenta, todos mantenían una plática
muy amena cuando Daichi apareció a las puertas del restaurante junto con un
tumulto de gente que quería agradecerles a los héroes del pueblo.
-Buenos días, lamento la interrupción, pero la gente estaba
ansiosa de verlos antes de que partieran- Daichi tenía una sonrisa tan grande
que rosaba en lo forzada.
-No es para tanto- decía Sasuke- en realidad nosotros ya
habíamos terminado de comer.
-Si, por poco y ya no llegan a despedirnos, ttebayo- dijo
Naruto levantándose de la mesa.
Tras agradecer a Akane por las comidas preparadas y tras ser
rechazados por esta tras intentar pagarle por la comida, salieron del
restaurante, donde algunas mujeres junto a sus esposos les agradecían por su
noble acto de heroísmo, ellos con toda la humildad del mundo trataron de
explicar que cualquier soldado en su lugar hubiera hecho lo mismo, y tras haber
mantenido una charla con Daichi sobre el apoyo que recibirían por parte de
Konoha, partieron hacia su destino original, Kumogakure.
-Eh Shikamaru, ¿qué tanto piensas?- Choji podía notar la
preocupación de su amigo con solo verlo.
-No es nada Choji, solo me cuestionaba el por qué ningún
otro escuadrón se detuvo y se enteró de esa situación, o por qué Konoha no tuvo informes de los
acontecimientos si es un pueblo a tan solo un día de distancia.
La ventanilla trasera de la cabina se abrió y la cara de
Naruto se asomó.
-Tal vez sea el hecho de que ningún otro escuadrón tiene un
Choji con padecimiento de hambre crónica, ttebayo- el ligero tono de burla de
Naruto no ocultaba la gran verdad que hay tras sus palabras, de no ser por la
insistencia de Choji por comer ellos hubieran pasado de largo totalmente.
-Puede que tengas razón Naruto, así que por ahora solo hay
que concentrarnos en llegar lo antes posible Kumo, me sorprende que con tantos días de retraso
no hayan enviado ya un equipo de reconocimiento en busca de nuestros cadáveres-
Shikamaru se imaginó la escena.
-Tienes razón, con lo histérica que es Tsunade-obachan ya
debería de estar media fuerza armada de Konoha buscando el cadáver de su
querido nieto- Naruto solo recibió un golpe por parte de Sasuke que provoco que
se chocara contra la parte inferior del marco de la ventanilla.
El resto del viaje continúo sin problemas, solo paraban para
cargar combustible y para dormir, fuera de ahí todo se limitaba a
conversaciones sin sentido alguno, en
las cuales no podía faltar el tema estrella entre los amigos, “el por qué
Shikamaru y Sai seguían solteros”, pero las conversaciones solo se centraron en
Shikamaru después de la explicación por parte de Sai, en la cual especificaba
que él no estaba soltero pero tampoco diría quien era su pareja ya que fue
petición de la susodicha que no se lo mencionara a nadie, a lo cual Naruto no
tardo en mal interpretar las palabras del paliducho creyendo que era homosexual
y por eso lo ocultaba, así que los otros tres días de viaje siempre tenían que
molestar al Nara.
-Ya se los dije cientos de veces, simplemente no estoy
interesado en formar ese tipo de lazos con una mujer por el momento- explicaba
Shikamaru con un tono comprensivamente cansino- por el momento mi mayor meta es
convertirme en una nube.
Decidieron acamar a las afueras de la ciudad la última noche
del viaje para poder ingresar temprano y así agilizar un poco la presentación
ante el Raikage.
A la mañana siguiente Choji le presentaba el carnet de
conducir a los soldados en el control fronterizo de la ciudad, y al ingresar en
vez de dirigirse al edificio del Raikage, el cual se veía majestuosamente en un
costado a lo alto de la montaña, se dirigió a un taller mecánico, en el cual
Shikamaru pudo notar que los empleados conocían perfectamente al Akimichi.
-Señor Akimichi- se acercó uno de los jóvenes mecánicos- que
gusto volver a verle, que necesita en esta ocasión, ¿cambio de bujías?,
¿afinación del motor?, ¿balanceo?, ya sabe lo que necesite.
-Gracias, más bien necesito un hojalatero y vidriero que
puedan reparar algunas marcas de batalla, ya sabes- dijo el Akimichi señalando
los agujeros de bala en el parabrisas
-Ya veo, meta el camión y muéstrenos todo lo que necesita-
indicaba el joven.
Tras que todos bajara del camión junto con todo su equipaje
no les quedo más que caminar hasta el edificio del Raikage, durante el trayecto
Shikamaru no pidió, sino más bien exigió una explicación del porqué todos, al
parecer conocían a su amigo, ya que incluso vio como algunos de los pobladores
que se topaban en el camino saludaban al Akimichi.
-Ya te lo he dicho Shikamaru, vengo muy seguido para poder
probar los exquisitos platillos que sirven aquí- explicaba el Akimichi mientras
hacían un gesto de saludo con la mano dirigido a un joven que lo saludo del
otro lado de la calle.
-Ya créele de una buena vez, es la décima vez que te
responde lo mismo- la desesperación de Sai era más notoria que la del Akimichi.
-Shikamaru, la verdad ya todos estamos cansados y escuchar
la misma pregunta junto con la misma respuesta es más cansado, ttebayo- Naruto
tenía una cara de pocos amigos que ni el mismo se la aguantaba, eso de dormir
en el camión no le sienta bien a nadie.
Sasuke solo se limitaba a, literalmente, ignorar totalmente
esa conversación.
Por fin, tras una larga caminata llegaron a las escaleras
que conducen al edificio del Raikage, eran una cantidad indescriptible de
escalones, a los que Naruto solo se quejó y comenzó a subir desganado
totalmente, ensimismado en sus quejas no notó que sus compañeros no le seguían,
así que cuando llego, moribundo del cansancio, a la entrada del edificio del
Raikage pudo ver a sus compañeros salir tranquilamente del elevador.
-¡Había elevador!-su grito sonó tan fuerte que incluso los
soldados de la entrada a la ciudad pudieron escucharlo- había un maldito
elevador, ttebayo, cuando me lo planteaban decírmelo.
-te gritamos, pero como comenzaste a subir tan animado, te
dejamos tranquilo- Sai respondió con su típica sonrisa que no hizo más que
alterar más a Naruto.
-Bienvenidos a la torre del Raikage escuadrón siete, los
esperábamos desde ayer- interrumpió la pelea Mabui, la secretaria del Raikage-
pasen por favor, se les proporcionaran los datos de su misión.
Tras que Naruto consiguiera un vaso de agua, ingresaron a la
oficina del Raikage, era muy distinta y mucho más elegante que la del Hokage,
contaba con una alfombra color azul, un ventanal enorme en forma cóncava que
permitía una vista panorámica de toda la ciudad, pero había algo en lo que no
era distinta, había montañas de papeles pendientes, que al parecer, nadie
leería en algunos cuantos años más.
-Al fin han decidido aparecer por aquí- reprocho el Raikage-
de no ser porque su reputación es tan afamada habría pensado que los mataron en
el camino.
-No, nada de eso, solo tuvimos un percance en el camino-
respondió Shikamaru.
-¿Qué tipo de percance?- el Raikage se levantó de su
escritorio, dejando en evidencia su falta de brazo izquierdo.
- Nos encontramos con un poblado a las afueras de Konoha que
solicitaba urgentemente nuestra ayuda- interrumpió Naruto.
-Bueno, mientras lo solucionaran no me incumbe, ahora bien,
con respecto a su misión- el Raikage no se anda con rodeos, así que fue directo
al grano- una construcción se edificó sobre la montaña más alta de este país,
al enviar un equipo de reconocimiento descubrimos que es una base enemiga que
además funciona de pista de aterrizaje, por lo que sospechamos que están
preparando un ataque a gran escala con refuerzo aéreo, por lo que le
solicitamos a la Hokage al mejor escuadrón de sus fuerzas ya que todos nuestros
escuadrones se encuentran en el país de la tierra defendiendo la ciudad como
ayuda al Tsuchikage, se les proporcionara la ayuda de una médico de campo,
además de que se les proporcionara un mapa detallado de la zona, ya que por
obvias razones el trayecto será totalmente a pie, ¿necesitan algo más?
-Desafortunadamente, no podrá satisfacer nuestra única
necesidad, ya que uno de nuestros integrantes no puede salir a la batalla
durante un tiempo debido a una herida de bala, pero como dice que todas sus
fuerzas están en el país de la roca, no creo que tenga soldados para asignarnos
uno- expreso Shikamaru con pesar.
-En eso te equivocas, te puedo asignar a uno de mis guardias
personales- se volteó a recoger un radio de su escritorio y pronuncio- Omoi
preséntate a mi oficina ahora, ah, además llama a Karui, dile que también
venga.
Choji al escuchar el nombre de aquella morena se estremeció,
su solo recuerdo le ponía la piel de gallina, su emoción por verla era
demasiado grande como para poder contenerla.
Pasaron cinco minutos y ambas personas ya habían llegado a
la oficina y se encontraban afuera esperando a que se les diera el permiso de
entrar.
-Pasen- respondió el Raikage
dejando pasar a su personal– muy bien, Omoi te asignare como nuevo
integrante temporal del escuadro siete de Konoha y Karui tú te encargaras de
darles asistencia médica, así que preparen su equipo lo antes posible.
Karui se quedó congelada al ver a Choji ahí, parado tan
campante, su primera impresión fue el hecho de verlo ahí pero su siguiente
reacción fue enojo ya que no se había tomado la molestia de avisarle que
vendría a la ciudad.
-¡Akimichi!- grito la morena.
-¡Karui!- correspondió al llamado.
Ambos se abrazaron y posteriormente se dieron un corto y
casto beso, fue como si para ellos no existiera nadie más alrededor y al mismo
tiempo, todo cobro sentido para Shikamaru, ahora comprendía por qué tanta
felicidad por parte de su amigo y por qué hacía tantas visitas a Kumo.
-Ahora, me puedes explicar por qué demonios no me avisas que
vendrías- dijo con enojo Karui.
-Errr… era una sorpresa- el nerviosismo que emanaba Choji
fue percibido incluso por sus amigos.
-Esperen- interrumpió Mabui- pueden continuar esta
conversación en los departamentos que se les asignaron, así que por favor
tengan las llaves, salgan del edificio y busquen el complejo de departamentos,
los números vienen en las llaves.
Todos tomaron su
respectiva llave y caminaron detrás de la pareja, con diferentes puntos de
vista sobre esa relación, Naruto se sorprendía de la cantidad de horas de viaje
que tenía que hacer Choji para poder verla, Sasuke, aunque no lo admita,
respetaba ahora más a Choji por soportar tanta tensión sexual al estar lejos de
su pareja, él no puede ni pasar dos días sin Sakura sin enloquecer, Shikamaru
está pensando en el hecho de ser, literalmente el único soltero, mientras al
mismo tiempo se preguntaba cómo se conocieron y Sai, bueno, el simplemente se
cuestionaba si dormirían juntos.
Ya eran entradas las ocho de la noche y Shikamaru estaba en
el pasillo afuera de su departamento fumando un cigarrillo, seguía
cuestionándose que tan difícil seria convertirse en nube, librarse de
responsabilidades y simplemente, vagar por el mundo, cuando Choji se acercaba con una cerveza para él y para su amigo.
-¿Qué tal tu noche amigo?-cuestiono el Akimichi.
-No tan movida como lo va a ser la tuya- respondió saliendo
de sus pensamientos, aceptando la cerveza y provocando un sonrojo en la cara de
su amigo.
-Bueno, ni tanto- trato de defenderse.
-No lo niegues, más bien cuéntame, ¿Cómo la consiste?-
sonreía Shikamaru.
-Pues fue hace dos años, durante una visita, tenía tiempo
libre y decidí venir aquí ya que había escuchado de su exquisita gastronomía-
comenzó su explicación no sin antes recibir el típico comentario de Shikamaru
sobre su apetito voraz- durante mi visita hubo un atentado al Raikage y ella estaba dándole atención médica a los
heridos, uno de los atacantes estaba a punto de dispararle por la espada cuando
tome una de las armas tiradas del piso y lo acribille antes de que cumpliera su
cometido, tras finalizar el ataque, en el cual apoye en gran medida, ella
simplemente me invito a salir, y de ahí comenzó toda una historia de viajes
interminables hasta aquí.
-Ya veo, ahora me dejas solo en este mundo de la soltería-
se lamentó Shikamaru.
-No te preocupes, te llegar tu momento- trato de consolarlo.
-No creo, espero poder convertirme en nube antes, solo hazme
una promesa- lo miro fijamente Shikamaru.
-¿Cuál?- respondió sorprendido.
-Seré el padrino de su primer hijo, okey- le dijo sonriendo.
-Claro- so conversación se vio interrumpida por un llamado
hacia Choji desde su apartamento- creo que me tengo que despedir.
-Anda hermano mío y aunque sea problemático, hazme sentir
orgulloso- comenzó a reírse a
carcajadas.
-No digas eso- el color carmesí invadió la cara del Akimichi
totalmente.
Shikamaru quedo solo de nuevo, saco otro cigarro de la
cajetilla, lo prendió y antes de calarlo le dio un sorbo a la cerveza, y volvió
a ensimismarse en sus pensamientos.
Me disculpo totalmente por la falta de actualización, lo que
sucede es que acabo de coger un trabajo a medio tiempo para ahora que reingrese
a clases y quedo muy cansado, la imaginación ahí está, pero el tiempo y los
cigarros escasean, de echo estoy escribiendo esto a las cuatro de la mañana
para que no se queden ni un día más sin capítulo. Espero que este capítulo este
a la altura de lo que esperan y tratare de actualizar más seguido.